El mestizo se va adaptando a la sociedad mantuana, logra fundar un hato en las llanuras guariqueñas, extiende su comercio de ganado y para ello recorre tierras nuevas y por ende comienza las aventuras y peleas contra forajidos que abundan en los llanos, romances donde hay lujuria, erotismo; pierde de nuevo parte de la familia, obligándolo a pensar en nuevos derroteros de comercio y estilo de vida que lo conducirán a nuevas obstáculos y a manejarse con otras perspectivas fuera del ámbito de la ciudad de Caracas, para ello consigue comprar un navío que lo llevará a conocer el mundo del comercio ultramarino.